Te contemplo inmóvil pasar ante mi. Tan temprano,
en esta mañana helada.
Deteniéndote un segundo,
exploras tu bolso y extraes, con sumo cuidado, la sonrisa que guardabas
con cariño
PARA MI.
Quiero hacerlo,
decirte que te quiero
Pero te marchas
a vivir una vida en la que yo,
no existo.
Me sumerjo
en el mundo de los sueños.
Respiro soñando,
camino soñando,
trabajo, río,lloro, me alimento,
de sueños.
Y llega la noche.
La paso en vela, buscándote
en el mundo de los sueños,
donde habitan
los amores imposibles.
Amanece por fin, ya distingo tu silueta
acercarse suavemente.
Y durante un segundo, late de amor por ti,
como cada día,
mi dolorido corazón de mármol.